La campaña citrícola 2023 va llegando al final en la región del Noroeste Argentino (NOA). Luego de un inicio con diversas interrupciones, debido a cuestiones gremiales y meteorológicas, la cosecha avanzó a ritmo firme en la región, salvo por discontinuidades ocasionadas por las precipitaciones inusuales para el mes de julio.
Hace casi dos meses se informó por esta vía que, según datos difundidos por las empresas, podría esperarse una leve reducción sobre la estimación inicial, en caso de que las condiciones meteorológicas fuesen las habituales para los meses de junio, julio y agosto.
Sin embargo, cabe destacar que, si bien las condiciones de junio fueron parecidas a la normal, durante julio -de acuerdo a la registros publicados por la sección Agrometeorología de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc)- la temperatura media fue dos grados superior a la normal. Y en el caso de las lluvias, se registró el doble de los volúmenes normales. Y prácticamente no se registraron heladas de consideración durante todo el mes.
En aquella ocasión, ya habíamos advertido que las condiciones ambientales del otoño y del invierno jugarían un rol muy importante en la evolución de la fruta durante los meses siguientes.
“En esta ocasión, los técnicos de la Eeaoc realizaron un relevamiento mediante consultas y observaciones sobre quintas pertenecientes a diferentes empresas del medio para conocer el grado de avance de la cosecha y su relación con la producción estimada originalmente”, contó Hernán Salas, coordinador del programa Citrus y director Asistente de la Eeaoc.
Las precipitaciones ocurridas desde fines de marzo y hasta julio inclusive, fueron acompañadas parcialmente de días con temperaturas adecuadas para el crecimiento de la fruta. Esto permitió que los calibres continuaran evolucionando favorablemente.
Y si bien al inicio la generalidad de la fruta cosechada tuvo un calibre menor a igual fecha de otros años, durante este último tiempo continuó la evolución alcanzando en algunos casos calibres de hasta 180 gramos por fruta, según Dardo Figueroa y Nelson Aranda, de la sección Fruticultura de la Eeaoc.
De acuerdo a la información relevada, el avance de cosecha sería cercano al 90%, finalizando en estos días la exportación de fruta fresca, generalizándose la cosecha para fábrica principalmente.
Los destinos de exportación más frecuentes fueron Rusia, Canadá, Estados Unidos y la Unión Europea. Las empresas que participan del trabajo contaron que la reducción esperada en la segunda estimación se vio parcialmente atenuada por las condiciones favorables y pudieron advertir un nuevo envión en el crecimiento.
En función de la información recibida se proyecta un volumen de molienda para fines de agosto de 1.270.000 de toneladas y posiblemente, unas 100.000 más durante septiembre, a lo que se agregan alrededor de 210.000 toneladas exportadas como fruta fresca. “Así, se confirma -tal lo informado en la primera estimación- que la reducción de la producción para este año será superior a un 20%, respecto de la campaña pasada”, dijeron los técnicos de la Eeaoc.